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De la Ciencia Ficción a la Realidad: Tecnologías y Conflictos en el Siglo XXI

[Loja, 25 de agosto En la actualidad, los Estados deben capacitar a sus fuerzas del orden y a la población civil con el fin de prepararlas ante distintos conflictos, tanto internos como externos, que puedan surgir en el futuro. Las guerras híbridas constituyen formas modernas de confrontación en las que se combinan diversas tácticas y tecnologías emergentes, empleadas por grupos criminales o por Estados extranjeros. En muchos casos, dichas tecnologías se utilizan en el ámbito civil. Entre ellas se incluyen herramientas como drones, Inteligencia Artificial (IA) y ciberataques. Lo que antes se consideraba propio de la ciencia ficción, hoy constituye una realidad que afecta tanto a los servicios públicos como a los privados a nivel global.

El conflicto armado entre Ucrania y Rusia ejemplifica el desarrollo incremental de la tecnología militar. El uso de drones del tipo First Person View (FPV), originalmente empleados en competencias de carreras y actividades de filmación aficionada, ha evolucionado hasta convertirse en un armamento letal de bajo costo. Un operador, ubicado a cientos de kilómetros y asistido por sistemas de IA, puede realizar tareas que van desde el reconocimiento hasta la destrucción de objetivos militares y civiles. Como mecanismo de defensa, se han implementado sistemas de interceptación por radiofrecuencia (RF). No obstante, innovaciones como los drones FPV con conexión por fibra óptica han logrado eludir dichos sistemas, incrementando la precisión operativa en comparación con sus versiones anteriores.

El uso de la IA no se limita al ámbito civil. Las fuerzas armadas de diversas potencias la integran en sus estrategias al estimar el número de bajas y daños colaterales potenciales ante un eventual conflicto armado. A través de gemelos digitales es posible simular tácticas y evaluar su eficacia antes de asignar recursos humanos y materiales.

Los conflictos armados, tanto internos como externos, no se desarrollan exclusivamente en el espacio físico. También se libran en el ciberespacio, afectando infraestructuras críticas de carácter militar y civil. Un ciberataque tiene la capacidad de paralizar la administración y gestión de servicios esenciales en una ciudad sin necesidad de lanzar misiles ni recurrir a la intervención directa de fuerzas armadas. Estos ataques incluyen técnicas como phishing, ransomware, ataques de denegación de servicio distribuido (Distributed Denial of Service, DDoS), deepfakes e intrusiones en sistemas, entre otras.

Varias de las tecnologías mencionadas continúan en proceso de desarrollo, perfeccionando su funcionamiento para aplicaciones tanto civiles como militares. Aunque no todas sus aplicaciones implican un conflicto armado, es importante recordar que el sector militar ha sido históricamente uno de los principales impulsores de estas innovaciones. Un ejemplo paradigmático es el surgimiento de Internet a partir del proyecto Advanced Research Projects Agency Network (ARPANET).

En la Universidad Internacional del Ecuador (UIDE), powered by Arizona State University (ASU), el programa de Ingeniería en Sistemas de la Información aborda estas tecnologías emergentes con un enfoque práctico orientado al ámbito civil, con el objetivo de contribuir a una sociedad más justa y equitativa a través la reducción de la brecha digital.

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